Este es mi estilo, si no le gusta, tengo más.

Es posible que de esto haya hablado antes… o es posible que sean unas  que llevan tiempo bailando por mi cabeza.

El caso es que desde que comencé con esto de la fotografía (tarde, pero con ganas), más específicamente con la fotografía móvil a través de Instagram, he visto claramente como no soy capaz de anclarme en un estilo concreto. 
Si, ahora lo recuerdo, de esto alguna vez he hablado porque me viene la frase - excusa que mi falta de estilo propio puede ser al a vez mi estilo. 

Pero siendo concretos. No tengo un estilo propio, y no se si lo voy a tener.
Cuando veo el trabajo de otras personas (y aquí hablo más de fotografía convencional) y veo el uso de los tonos verdecinos, con poco contraste, y salto a una fotografía urbana en blanco y negro, y admiro, y aprendo, y me desespero, y pienso en décimas de segundo: pues no está tan lejos esta mía de esto // leches, el día que llegue a ese nivel.
No me ato al blanco y negro, y no me ato al color. Es más, no me ato a lo que me da buenos resultados. O no a todo. Durante un tiempo en Instagram se valoraban muy positivamente mis fotos de cielos de Málaga. Pues fuera. No por llevar la contraria, sino por no sentirme atado a un estilo. Sinceramente, que mi leve contribución a este mundo no sea reflejar cielos (lo cual es curioso porque lo máximo que he conseguido hasta ahora tiene un cielo como actor secundario).

Supongo que al ser un novato estoy como una esponja, y es el proceso lógico hasta llegar a algo propio, pero mientras, pienso experimentar, probar, destrozar, pegarme cabezazos y alguna que otra alegría. Y será con fotos explosivas de color, con blanco y negro, con rollo experimental, y playas o cielos. 
Lo que sea que me parezca que tiene algo que ofrecer. 


La belleza está ahí fuera, amigos.


Entradas populares

Mogwai