Que perra es la guerra


Reticente he estado unos años al cine bélico. Digamos que no me ha apetecido demasiado sumergirme en los horrores de la guerra, siendo un género que he desgastado desde bien chico. Si, me he criado viendo clásicos del cine bélico, teniendo gratos recuerdos de películas como la Cruz de Hierro, la Colina de la Hamburguesa, Platoon, sin olvida los clásicos ineludibles que nos vienen a todos a la cabeza. 
Pero no se en que momento me separé de dicho cine. Lo que si se es que ha sido por no tener que enfrentarme a la crudeza que muchas de esas películas nos brindan, algunas de ellas por exceso de sangre y otras por ser explícitamente terribles con la psique humana. Realmente una guerra es algo tan terriblemente real y cercano, que lo sientes 

Pero gracias a la HBO, al final he caído años después y he acabo viendo dos series que si bien distintas, tratan el mismo tema: la guerra. 
Una de ellas, la celebérrima “Hermanos de Sangre”, era una de esas producciones de obligar visión que había tenido aparcada muchos años. Se que básicamente es de culto, y ya entiendo porqué. Una serie maravillosa, un reparto coral tremebundo, y una manera de enfocar la épica que creo que no cae en lo sencillo y previsible. 
Comparándola con la que luego comentaré, lo más poderoso a mi entender de “Hermanos de sangre”  es la idea de que todos, todos, podemos vernos envueltos en algo que no podemos controlar. Cualquiera hombre puede verse inmerso en una guerra, independientemente de sus orígenes, formación, creencias…
Y eso son los soldados de esta serie. Un grupo de personas que tienen que matar a otras personas porque no les queda otra. Porque tienen delante al enemigo, y el va a hacer lo mismo. La heroicidad a veces brilla por su ausencia, y otras, salta y se erige en protagonista, pero muchas veces, porque no queda otra. 
Son niños, muchos de ellos, que por iniciativa propia o por obligación, han viajado medio mundo para sufrir las penurias de la guerra, y quieren salir. 
El miedo se mezcla con el compañerismo, la valentía va de la mano muchas veces con el sentimiento de hermandad, y los que quedan, forjan un vínculo seguramente , para toda una vida. 
Y eso, es de lo que adolece “Generation Kill”. De la Segunda Guerra a la segunda Guerra de Irak, al asalto de Bagdag. De los paracaidistas de la compañía Easy al 1.er Batallón de Reconocimiento de la 1ª Division de los Marines. 
Aquí ya nos dejamos de chiquilladas. Aquí tenemos profesionales de la guerra. Duros, cínicos, terriblemente machistas y groseros, divertidos algunos de ellos, realmente repugnantes otros. Estos marines nos regalan una visión profesional de la guerra, en este caso, de una invasión de que todos es sabido que no tenía sentido ninguno. En otro gran reparto, tenemos tiempo para ver todas las visiones respecto al trabajo que realizan. 
Del Marine profesional que se preocupa porque todo sea como debe ser, al psicópata que sólo desea estrenarse en matar. Aquí no hay épica, no hay batallas donde tengas el corazón en el puño, como si me pasaba con Hermanos de sangre. No pocas veces, con la producción de Hanks y Spielberg, me he visto delante del televisor (o pantalla) farfullando “Joder, joder” viendo como en cualquier momento cualquiera de esos muchachos que llevaban varios episodios a tu lado, podía caer víctima de un disparo o una bomba. No, en la producción de David Simon no hay margen para ello. Es todo básicamente quirúrgico. Ir, entrar, algún disparo y a veces ni eso, y salir victorioso. Pocas escenas de batalla, cortas casi siempre, apenas sangre, apenas agobios. 
Generation Kill se muestra cruda en cuanto a lo sincera que es, o parece ser. No hay BSO, no hay dramatismo, hay realidad. Hay una evidente intención de mostrarte, a través de un producto carente de épica, que lo de Irak fue una estupidez. 
Si en Hermanos de Sangre no puedes evitar involucrarte en la historia de manera que sientes que lo que hacían, tenían que hacerlo por un bien mayor, aquí el No a la Guerra se te mete aún mas de lo que en su momento sentí. 

Para ir finalizando, me ha merecido y mucho la pena volver a la ficción bélica. Ahora me queda decidir si sigo indagando o salto de género. 
¿Sabéis que película no he visto y se que me va a impactar cuando lo haga, porque simplemente la BSO me pierde?
La delgada línea roja. 


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