The Optimist, Anathema




Disco nuevo de Anathema. 
Mi banda favorita. Otro episodio más en esa historia que llevan construyendo desde hace 20 y pico años pasando por las fases que todos conocemos. Otro trabajo notable que los mantiene en esa posición de privilegio no ya en el metal, ni mucho menos, sino en la liga de las bandas que independientemente del género que practiquen, pueden desenvolverse con majestuosidad entre públicos y oídos diversos. Neo prog, rock alternativo, post rock… Música abierta para mentes libres. 

Ya sabemos que este disco se conecta por temática con el lejano “A fine day to exit”, un disco que a  mi parecer, les metía en una senda mas luminosa, mas alternativa, menos metal. Me da que no es uno de los discos más celebrados por los fans, pero… tiene temas impresionantes. 

Pero en 2017 la historia continúa con ”The Optimist”, y me da que van  a ser discos parejos, por lo atrevido de alguno de sus pasajes. 

Si nos guiamos por el comienzo con ”Leave it Behind”, no lo parece tanto. No es un tema sorprendente, que te avise. Más bien es un comienzo diría que engañoso, por lo potente del mismo, y que diría que se sale de la dinámica del resto del album. Tema para darlo todo en vivo. 
Le sigue Endless Way. Al estilo de sus anteriores álbumes, Lee Douglas se convierte en la protagonista del segundo tema de un disco, si bien esta vez el tema es más potente, con más guitarra, más punch. De todas formas no deja de usar una fórmula que resulta un tanto complaciente para mis oídos. Se ha convertido en la señal de identidad de Anathema, los crescendos épicos.
“The Optimist” ha ganado enteros hasta convertirse en uno de mis temas favoritos del disco. Aquí si me suena Vincent como siempre, con un tono muy suave al estilo de su colaboración en Blackfield IV. El piano y los arreglos juegan un papel primordial en el tema, hasta la aparición de la batería, que una vez que lo hace convierte la canción en un pasaje realmente hermoso. Y corto a  mi parecer, puesto que lo enganchan con la misma melodía pero con el doble de intensidad. 
Un interludio instrumental le sigue, “San Francisco”, basado en la melodía de “Endless Way”. Piano, guitarra con un buen delay, y toques electrónicos componen una pieza que no se muy bien como calificar. Sinceramente, lo interpretarán en vivo? lo usarán de intro?
Ya conocíamos el adelanto del disco, ”Springfield”. Me recuerda, por su dinámica, a ”The Beginning and the End”. Solo que aquí el tema se va construyendo sobre un riff bien sencillo, que se ve alimentado por la voz de Lee, como un instrumento más, secundado por piano, teclados y guitarras etéreas, avanzando poco a poco hacia una catarsis guitarrera que es convincente, pero no me resulta emocionante. Sinceramente le hecho en falta un cambio de tono que le de un empujón definitivo. En directo seguro que me deja KO, pero así dentro del trabajo…
El caso es que llevamos medio disco. En este punto lo calificaría de Bien tirando a notable, pero … queda la mitad. 
Y arranca ”Ghosts”. Me parece un tema maravilloso. No necesita de guitarras que la envuelvan , tan solo un tono digamos “trip hop” bien llevado por batería y unos arreglos sublimes. Si, suenan guitarras pero son secundarias, llevándose del protagonismo total Lee Douglas con una actuación comedida y a la vez, muy destacables. Los ecos de Radiohead los veo bien presentes en el espíritu de la canción. EL video, que no lo había visto, es sencillamente bonito. Cómo fotógrafo, 
”Can´t Let Go” vuelve a traerme esos ecos a Radiohead, aunque también me recuerda un poco a “Get Off, Get Out” del We're Here Because We're Here del 2010. 
Un tema mucho más dinámico que si bien no me atrapa demasiado, tiene una subida a los dos minutos que si consigue pensar que estoy escuchando a los de Yorke. No se, me conozco bastante bien las discografías de ambas bandas, y aquí se me hace evidente…
Justo esa parte central me salva el tema, así como algunos juegos de voces. 
Por eso me descoloca  más la presencia de “Close your eyes” justo después. Dos mundos diferentes. De nuevo el binomio piano - Lee Douglas, componiendo una bella melodía no exenta de cierta oscuridad, hasta la llegada de un tono jazzistico que te sorprende, con la inclusión de instrumentos de viento. Así resulta un tema sorprendente para los de Liverpool, lo cual se agradece. Evolución, imaginación.
También se ve envuelta en ello “Wildfires”. Un tema extraño, y bastante diferente a lo que nos han ido ofreciendo sobre los años. Sin saber si el tema es de John Douglas, es evidente el protagonismo de las percusiones, cosa que compagina Douglas con la batería con el señor Cardoso (me quedo con éste, la verdad).

Y llegamos al final del disco con “Back to the Start”, que empieza realmente como quien dice al minuto y pico, tras una breve intro que adelanta la melodía principal. 
Es este uno de esos temas que hacen amar tanto a esta banda. Aquí el mundo Floydiano hace aparición, forjando un tema que crece, se desarrolla, y nos regala un final sencillamente maravilloso. Y muy muy optimista. De las cosas más positivas que les he escuchado en su carrera. Esto en directo tiene que ser increíble. 

Y se acabó. Otro disco de Anathema. No el más brillante, diría yo, pero si de los más valientes. El espíritu de evolución de esta gente es admirable, y me emociona profundamente ser, como seguidor, testigo de ello, año tras año. 

La buena noticia es que siguen ahí, y que están en uno de sus mejores momentos. Nosotros, estamos ahí para disfrutarlos. Con suerte lo haremos pronto posiblemente en Praga. No es mal plan, verdad? Con Alcest, amigos..


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