Daniel Cavanagh - Monochrome

Disco en solitario del máximo creador en Anathema, Daniel Cavanagh.
No se si considerarlo su primer disco en solitario, puesto que ya había ofrecido otros de versiones y otros con música propia, como el experimental The Passage del 2002, pero desde luego tiene el aroma de obra con nombre propio. Siempre nos puede surgir la duda de porqué sacar música fuera de su banda de siempre. ¿Es porque es mas experimental? Bueno, The Optimist de Anathema ya es muy experimental, al menos saliendo de la linea que mejor manejan los británicos.
Es más, me parece en algunos momentos que este Monochrome está muy emparentado con discos previos de Anathema, porque siento ciertos ecos a Afine Day to Exit, por ejemplo.
Él sabrá porque no ha compartido esta música con sus colegas.
Pero , así salimos ganando nosotros ¿no?

Empezamos con el disco.


Can you feel me?
Can you see me?
Can you feel me now?
Can you see me somehow?
Do you trust in who I am?
Do you believe in where I stand?
Because you saved me from myself

Yes you saved me from myself

Puedes decir tanto con tan poco? y que suene tan bien?
Con The exorcist, Daniel nos presenta su disco, y lo hace desnudándose de manera evidente. Estas son las composiciones que hacen que ame tanto la música de Anathema, al ser éste el máximo creador en la banda. Me imagino fácilmente esta canción cerrando un disco de los de Liverpool, pero con la voz de su hermano. 
Me afecta bastante este tema, la verdad. En directo sobrecoge.
This music me ofrece un punto de tranquilidad tras el desgarro del tema anterior. Hace su primera presencia la maravillosa voz de Anekke, musa en The Gathering y buena amiga del mayor de los Cavanagh. Construye un tema delicado y especialmente bonito, sencillo, y adornado por un solo marca de la casa, cosa que echo en falta en el último trabajo de Anathema. 
SOHO es para mi gusto la joya de la corona. Una canción que se nos muestra muy atmosférica en su comienzo, arranca una subida muy en la línea de la banda madre, y desemboca en 2 minutos y medio de esos que desearías que fueran 12. Con los versos cantados durante la canción, nos construyen un momento que te llena de una manera brutal. Con cierto espíritu que me recuerda a Violence del “A natural disaster” de Anathema, este Soho me parece a la altura de cualquier maravilla de la banda de los Cavanagh. Que bien suena Anekke siempre, por dios. 
Con The Silent Flight of the Raven Winged Hours nos metemos de lleno en un tema en el que reniega de las voces, jugando solo con los ambientes, siendo el piano y el violin de  los protagonistas . Una vez van pasando los minutos se va volviendo mas progresivo, sobre todo por el uso de los sintes, dejando cierto regusto a Pink Floyd. Un cierre un tanto grandilocuente, que no me gusta especialmente, y adios a 9 minutos de tema. 
Dawn es una pieza instrumental, mucho más folk, que supone un poco de aire de fresco tras la intensidad del  anterior, con un gran trabajo al violín de Anna Phoebe. Sirve de preludio a Oceans of time, que se convierte en otra de las mejores piezas del album, de nuevo, acompañado por Aneke. 

Con “Some Dreams come true” nos despedimos de este trabajo, con una sensación de familiaridad, alegría, como de reencontrarte con ese amigo que sabe que siempre está ahí aunque no sea fisicamente.

Un disco que si bien me parece corto, se complementa a las mil maravillas con The Optimist. 



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