La Experiencia Rock the Coast


Supongo que tras el fin de semana, seremos conscientes de lo que hemos vivido. 
Creo que somos terriblemente afortunados de tener el Rock the Coast en nuestra ciudad, porque es un lujo. 
Una combinación casi perfecta. El sol, el mar, un sitio maravilloso para este tipo de espectáculos, una organización increíble, y unas bandas que si bien no siempre serán a gusto de todos, son de una calidad que nadie puede dudar. 
Porque vamos a ver. Nos podemos poner en modo exquisito y pedir cada uno de nosotros las 10 bandas que mas nos apetezcan. Y que festival saldría? uno de 5 días y 150 grupos… 
Yo no tengo queja ninguna. Bueno si, el no haber ido los dos días y haber visto a Carcass, a Scorpions de nuevo y haber disfrutado de Europe, o Alkaloid. 
Ya se verá el año que viene. 



Vamos con la experiencia. 
Lo primero de todo llegar y aparcar, que me preocupaba. Pues bien, de lujo, en el Miramar (Centro comercial), a menos de diez minutos andando del recinto. Un paseo por la zona del rio rodeado de gente que al igual que nosotros se dirigían al festival, y otros en sentido contrario presumiblemente yendo a por avituallamiento en el Centro comercial. No voy a caer en el error de señalar tópicos acerca de mareas de camisetas negras y demás tópicos, para ello ya está la prensa no especializada, que año tras año y con un evento de estas características, vuelven a tropezar con el mismo catálogo de obviedades.
Llegada y a por nuestras pulseras. Cero colas, cero problemas. Pulseras colocadas y a empezar la jornada. Primero al merchandising, el que era el oficial del Festival.
Caen nuestras camisetas oficiales así como unas chapas y algo más, y a recargar nuestras pulseras para echar unas cervezas, que vienen Jinjer. Ojo, la cerveza Victoria, se agradece enormemente. Tiempo de espera para ello: inmediato. El almuerzo lo pospondremos para disfrutar de los ucranianos. 
Los dos escenarios colocados uno junto al otro, imponentes. Como bien señalaba Jose Luis, que venia con Alicia y conmigo, llama la atención el look gráfico tan happy del festival, nada de referencias mas clásicas en otros festivales. Se agradece, le da un punto diferente. 
En ese momento, hay gente pero sin pasarse, y puedes colocarte muy cerca. Y empiezan Jinjer. 
Menudo bolazo, esta banda está muy currada en directo, indiscutiblemente. Tatiana Shmaylyuk domina el escenario regalando guturales a saco, mostrando también los registros limpios en momentos donde se luce, y la banda reparte cera a lo bestia. Se notaba en el ambiente que la gente los esperaba, y sin lugar a dudas,  se llevaron muchos nuevos fans. 
A nosotros nos dejaron alucinados. 

No habían terminado y ya estaba en el escenario de al lado los albaceteños Angelus Apátrida, de lo mejor del metal nacional, pero había que coger fuerzas porque ya sabemos, si bebes, que sea con algo en el estómago. 
Decidimos subir a la parte del castillo, donde habían ubicados varios foodstrucks, pero pasando por los puestos de "Mercha" para echar un vistazo. Buen material, camisetas de todo tipo, parches, discos, pero ¡no encontré chapas! 
Los precios de la comida…. de todo un poco, aunque me parece bien pagar 6 euros por un wrap de pollo que no era justamente pequeño. 
Sentados en lo alto de la colina, viendo a los albaceteños actuar, comiendo tranquilamente y viendo el mar de fondo… Punto a favor. Sin colas para pedir y con un sol imponente acompañado de una brisa agradecida.
Nos asomamos al escenario del Castillo donde los locales Siddhartha estaban actuando frente a una escasa audiencia pero que no paraba de corear sus temas. No es mi estilo, aunque sonaban pero que muy bien, pero en breve iban a tocar Dark Tranquility abajo en el Main Stage 2.
Para abajo que vamos. 
Segunda vez que iba a  ver a los históricos Suecos, tras su paso por la París 15 con Ammon Amarth, pero esta vez… Ay que desastre de sonido por Dios. 
Hay veces que los músicos pecamos de exquisitos, de notar determinadas cosas que definimos como fallos de sonido y que nos deslucen la experiencia. Pero es que esta vez, todo todo el mundo se estaba dando cuenta que algo no iba  bien. No existía la caja, la batería era solo un bombo y algo de platos, las guitarras diluidas, el teclado a veces en primer plano, en otras totalmente perdidos… un desastre.
No fueron pocos los que se acercaron a la mesa de sonido a indicar lo que pasaba, y parece ser que el técnico de la banda no daba con la tecla. El caso es que pese a las ganas de la banda, fue un quiero y no puedo, cosa que me dolió bastante. Es una banda que me despierta mucha simpatía. 
Posteriormente todo el mundo coincidiría en que fue lo peor del festival, casi el único punto negro. 
Sin terminar los suecos, cogimos unas cervezas y decidimos visitar por primera vez las gradas para ver un poco a los veteranos Magnum. Y no se si fue un error, pero no fuimos a Hypno5e, los cuales estoy escuchando ahora mismo y tuvo que ser una gozada. 
Pero sentados al sol, con nuestra cerveza, vimos como el señor Bob Catley se metía al público en el bolsillo en un santiamén. 71 años, andares de señor mayor y un carisma desorbitado. La verdad es que conociéndolos de toda la vida y sin haberles prestado nunca atención, me lo pasé pipa escuchándolos. Habrá que solucionarlo. 
Eso si, al venir luego Opeth, la espera se hizo larga. 
Había que aprovechar que casi todo el mundo estaba en el Main stage 1 para bajar y ponernos bien cerca de una de mis bandas favoritas.


Con la espectacular puntualidad predominante en el festival, quitando  algún caso aislado, comenzaron los de Akerfeldt con Sorceress, como no podía ser de otra manera. Un sonido un tanto diluido y seco, que fue mejorando, y una ejecución asombrosa, dando muestra de la maravillosa banda que son. 
La elegancia hecha metal, con un Mikael divertido, irónico en sus intervenciones, y dejando destellos de su gran voz en limpio, no tanto en los guturales, que me sonaron bajos en la mezcla. El setlist un tanto previsible, 8 temas de 8 discos, agradecido por un lado pero sin margen a la sorpresa. Para ser mi primera vez con ellos disfrute mucho, obviamente es una de mis bandas favoritas y además contaba con el añadido de tenerlos muy cerca, pero queda pendiente un concierto de más extensión y en un ambiente más propicio, al menos donde los suecos no parezcan salmonetes. 
Ya quedaba bien poco para ver en acción a uno de los artistas más importantes de la historia del rock, al señor Blackmore. Es evidente que gran parte de la audiencia iba por Rainbow, en su única visita a España, y eso se reflejaba en camisetas y en el perfil que se congregó frente al escenario. Nosotros optamos por una posición más alejada, que contó con la anécdota de compartir el comienzo de la actuación con el cantante de Dark Tranquility al lado, al que se le veía ciertamente emocionado de estar asistiendo a la actuación de la banda.
Mentiría si dijera que vimos el concierto, sinceramente. Le tenía muchas ganas a Tribulation, los cuales llevaban ya un rato, y decidimos ir a ver a los suecos, llegando casi al final de la actuación. Una pena porque nos quedamos con ganas de más. El aspecto estético hace mucho en ellos, con el look gótico fantasmagórico que les caracteriza, y su mezcla de rock oscuro con voz blacker y guitarras con pasaje elaborados. Por cierto que uno de los guitarras, con un look cojonudo, llevaba una Epiphone Sheraton, como la que tengo en casa y no logro sacarle el sonido apropiado como para usarla en vivo.
Como ya iba haciendo un poco de hambre e iba a dejar de beber, que había que coger un coche mas tarde, fuimos a cenar mientras hacíamos tiempo para Twelve Foot Ninja, a quienes esperábamos con ganas. 
Un poco de comida mexicana y a por los australianos, con su peculiar amasijo de influencias que beben tanto del Dent como del funk, recordándonos a Faith no more a ratos. 
Curioso, no llevaban bajista, llevaban el bajo por secuencia o cualquier otro método. Y ni se notó, sonaba increíblemente bien. Si os digo, creo que demasiado bien, rozándome lo artificial en algunos momentos.
Muy disfrutables, tuvieron a casi todo el mundo bailando y coreando sus temas. Fue donde más gente amiga me encontré, mucho músico de Málaga gozando con su propuesta. 
Pero como el ansia de ver todo y todos nos podía, nos fuimos a ver a The Darkness, los cuales estaban ofreciendo uno de los shows mas divertidos de la jornada. Y es que la música de los británicos es idónea para un festival y ya entrada la noche. Esos temas tan AC/DC a veces, unido a la propuesta tan divertida de Justin Hawkins, un frontman sencillamente espectacular, convierten la experiencia en una fiesta. 
Estuvimos al menos 6 o 7 temas, y decidimos ir a Conception al castillo, lo que se convirtió en el único error del día. 
Conception era una de las bandas del escenario del castillo que mas pasión despertaban, y bien que se notó en cuando a afluencia de gente. Con diferencia el show con más público en dicho sitio al menos ese día. ¿Y que pasó? que no empezaban, que tardaron casi 45 minutos en salir, posiblemente por problemas técnicos propios. Entre la espera, el cansancio acumulado, y que luego la propuesta de Conception es intensa (rock progresivo desde la fría Noruega), fuimos nosotros los que nos quedamos fríos y no aguantamos mucho. 
Decidimos tomar un café, muy agradecido, e irnos a las gradas a ver a una institución como Michael Monroe. Efectivamente teníamos que haber aprovechado para terminar de ver The Darkness y ver al líder de Hanoi Rocks, que la que estaba liando era buena. Rock n roll de quilates, con una fuerza descomunal y un carisma de esos reservados a las grandes estrellas. 
Un tipo que ha tocado en discos de GNR, además de haberles influenciado directamente. Vimos solo dos temas, una pena. 
La verdad es que estábamos ya reventados, pero quedaba al menos presentarle los respetos a una de las bandas mas malvadas de la historia, no?
Mayhem, la polémica hecha música, uno de los pioneros del black metal incluyendo todos los episodios que ya conocéis. Un ejercicio de black sucio y a hipervelocidad del que esperaba un poco más de ambientación, no solo un telón de fondo. Habiendo visto barbaridades que les he visto en vivo, esperaba más, que queréis que os diga. 
3 temas y para casa. No hay fuerzas, pese a estar cómodamente sentados. 
Solo quedaba enfilar el camino a casa, cosa que hicimos muchos al empezar Mayhem. Evidentemente es un show para fans. 
La salida al estilo de todo lo acontecido en el día, sin problemas, sin agobios. 
Señalar la cantidad de taxis disponibles, y una muy buena organización para que la gente los cogiera en orden y sin historias. Nosotros llegamos al coche, nos pusimos Alcest soñando con que los traigan en posteriores ediciones, y llegamos a casa con una sonrisa de oreja a oreja. 

Creo que debo incidir en varios puntos. Es una primera edición de un festival que ya ha prometido una próxima edición, y considero que ha salido espectacularmente bien. Un nivel de bandas increíble, una organización perfecta, y un público que como suele pasar en eventos de metal o rock duro, sabe comportarse y divertirse con el máximo respeto. 
Tan solo vimos a un chico que si nos metió el susto en el cuerpo porque estaba desmayado presumiblemente con un coma etílico de aupa, y alguno que otro que al salir parecía un extra de Walking dead. 
Por otro lado, entrañable ese padre disfrutando de Jinjer con su pequeña (5 años? 6?) en brazos y sus cascos de obra, haciendo cuernos con su manita, con un unicornio de juguete en la otra. 


Madness Live, que bien hacéis las cosas, me quedé con las ganas del Be Prog, pero esto ha sido increíble. 
Estoy deseando que vayáis desgranando noticias sobre la nueva edición. 
Allí nos tendréis. 


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