Sun & Thunder, 2025

Otro Festival que nos regala el Marenostrum en Fuengirola, al que deseo mejor suerte que los anteriores. El Rock the Coast duró una edición, y se lo llevaron. 
El Metal Paradise también fue un sólo año. En ambos estuve, de la manera que pude. 
Esta vez, he ido a más, a dos dias de los 3 que ha transcurrido. Pero claro, si me traes de cabeza de cartel a Paradise Lost y Opeth en dias separados, no queda otra. 

Así que un jueves, con mucha calor (peor sería el sábado), me planté en Mare Nostrum con mi Miguel del alma (y tengo unos pocos Miguel), para disfrutar al fin de los británicos. Nada más llegar, al puesto de Merch, donde la verdad, poca cosa interesante había. Pero si, me pillé una de Paradise Lost, posiblemente la más fea de todas las que había visto en su web, pero era la que había. 
En el escenario principal, estaban descargando su set Omnium Gatherum, los cuales ya había visto anteriormente y no me habían encantado, asi que a por cerveza, localizar a Maki (otro ZP), y darnos un paseo al escenario del Castillo, donde estaban actuando unos interesantes Mind Driller. Metal industrial con 3 voces, una de ellas femenina, que a base de ritmos bailables y estribillos un tanto típicos, tenían a la gente bastante activa. 


Pero cuidado que tocaban abajo Kreator, uno de los platos fuertes del dia, asi que a por los alemanes. 
Alli, más encuentros, con Miguel Rizos (ZP) y más amigos. Ya habíamos dicho que a Paradise Lost lo íbamos a ver juntos, de hecho, el me los dio a conocer. 
Kreator, muy bien, una apisonadora, con un espectáculo y producción muy potente, levantando no pocos pogos, algún wall of death, lo normal. 



Ay los solapes, que putada son. Arriba actuaba Mirkur, que era otro de los reclamos para haber ido ese dia, pero… no me quise arriesgar a air y no poder estar delante en PL.  La verdad, podia haberla visto un par de temas y haber disfrutado de PL de igual manera, porque es justo lo que hizo Miguel, y vio a mi lado el show completo de los de Holmes. 

¿Qué decir de PL? Pues que me dieron lo que esperaba, un buen  chorro de himnos, con alguna sorpresa. 14 temas repasando su discografía pero dejando atrás sus dos discos mas discutibles por acercamiento a sonidos mas tecno, y nada de Medusa o Tragic Idol, pero rescatando un sorpresivo Gothic, que supo a gloria. 

 Desde mi posición advertía un poco menos a Greg Mackintosh, pero eso si, disfruté como un enano con Aaron Aedy, y su energía lanzando riffs y cantando las canciones, puro carisma. Aunque de carisma, Mackintosh también va sobrado. Menos mal que ha dejado ya las rastas, que le aportaba un look un poco insalubre. 
De Nick Holmes no sé que decir. No es un frontman que te lleve en volandas, pero tampoco te deja frío. Lleva a cuestas su humor británico, pero tampoco se pasa, y en una balanza, cae mas por su parte seca, pero aún así , le perdono todo. No se, si lo veo dos veces mas lo mismo digo a las claras que se pasa de sobrío. 
Incluso la despedida de la banda, fue así, seca y sin contemplaciones, sorprendiendo incluso a su batería, que se quedó solo lanzando baquetas. 
Pero lo importante es la música, y quitando que no me tocaran “True Belief”, poca queja puedo tener. 
Nada, espinita quitada, me queda ver en condiciones algún dia a My Dying Bride, o lo que queda de ellos…

De ahí para casa, al día siguiente hay que currar, y quedaba el sábado, ya con Alicia. 








El cartel de sábado tampoco me volvía loco, quitando ver a Opeth por segunda vez (y mejor que la primera), ver a Wheel y a Primordial, que me llamaban la atención, y poco más. 
Pero luego llegas y cambia el panorama. Por lo pronto, desechamos Wheel. Era demasiado temprano, y teníamos que esperar a la niñera para Ali, asi que lamentablemente, otra vez será. 


Una vez en el Mare Nostrum y desechado el merch, a por cervezas, y a husmear el escenario principal, donde el death folk de Eluveitie peleaba contra el sol de cara para los músicos y los cuellos de los allí presentes. Me sorprendieron por brutos, pero no, no me llaman. 



Paseo al escenario Thunder, donde Freedom Call estaban actuando. Allí de nuevo nos encontramos con Maki, que nos comentó que Wheel había sido un bolazo. 
Lo de Freedom Call, entretenido, con un frontman simpático como el solo, pero con un power metal que no, que es que no me entra. Así que o bien bajar a por Uriah Heep, o quedarnos a ver a los Trasheros Tankard, que podían repartir buena tralla, y vaya si lo hicieron, que caña y que divertidos. Además disfrutamos de ellos desde el lateral, todo un privilegio por cercanía. 
Bajada a por comida, que ya tocaba, y vuelta al Thunder stage, a presenciar Primordial, prueba de sonido incluida. 
Pues mira, sorpresa gorda en directo, que pelotazo de sonido, y que estética tan chula. Nos volaron la cabeza, y eso que vimos 4 temas puesto que queríamos coger buen sitio para Opeth. 
Buena elección, porque los vimos cerca, muy cerca, de nuevo con Miguel Rizos al lado. 





Segunda vez con una de mis bandas favoritas, pero esta vez, de noche y como cabeza de cartel, en condiciones. 
De inicio, sabes que un concierto de Opeth no va a tener muchas canciones, por la longitud de las mismas, pero que vas a recibir una buena descarga de death prog, impecablemente ejecutada, con bellos pasajes o interludios, y los clásicos monólogos humorísticos de Mikael, que haberlos los hubo. 
Ya sabemos cuales son sus nombres de guerra castellanos, y buenas risas cayeron. 
Pero a lo que vamos, el concierto fue un recorrido por su último trabajo + temas clásicos de su discografía, pero ojo, al contrario que en el Rock the Coast del 19, cero alusiones a sus trabajos enmarcados en la época prog. Cayeron clásicos como Deliverance, Ghost of Perdition, the Leper Affinity, etc. 
Pero insisto, parecen haberse olvidado de sus discos prog, que siguen siendo tan buenos o interesantes como antes de volver a los guturales, la verdad. No sé si en el resto de la gira estarán tocando material de esa época. 
Akerfeld genial como siempre, canta como quiere y toca aun mejor (apuntaba alguno detrás mía que los guturales son con pedalera, no lo culpo si es así), y la banda impecable, con especial protagonismo para Fredrik Akesson, que es una jodida maravilla de guitarrista. 
A Waltteri Väyrynem, el joven batería que ha debutado con ellos en su nuevo trabajo, lo esperaba con ganas, pero ojo, es tan bueno, va tan sobrado, que apenas puse atención en él, es increíble. 
Una cosa que pone en perspectiva lo grande de la música de esta gente es que muchos de los que allí estábamos, mas que cantar, repetíamos los intrincados pasajes que discurren por sus temas, haciendo del air guitar un obligado. 
Por finalizar, solo puedo decir que son una banda que gusten o no gusten, te dejan con la boca abierta. 
A mi llevan 30 años haciéndolo. 








Bueno, tras Opeth, y pese a tener muchas ganas de ver a Bathuska, tocaba volar a casa, que la jornada había sido larga y el domingo se prometía intenso. 

Por resumir la experiencia del Sun & Thunder. 
Por dios, cambiad la cerveza. No más Cruzcampo. 
Luego, se agradece que de nuevo tengamos un festival de estas características en nuestra tierra. El cartel habrá sido mejor o peor pero siempre siempre te acabas llevando algo que merece la pena. 
Hay que apoyarlo, que luego lloramos cuando se nos va. 
A ver el año que viene. 




Entradas populares